La tricotilomania en la infancia: ¿Por qué mi hijo se arranca el pelo?

La tricotilomania en la infancia: ¿Por qué mi hijo se arranca el pelo?

La Tricotilomanía es un trastorno, que se caracteriza por el acto compulsivo de arrancarse el cabello frente al aumento de tensión, estrés o ansiedad, ocasionando la pérdida visible de este. Se puede presentar en cualquier zona del cuerpo donde crezcan bellos, sin embargo, es más frecuente que se observe en la cabeza. La preadolescencia es la edad más frecuente en la que inicia, especialmente entre los 9 y los 13 años.

Las situaciones que provocan estrés aumentan el comportamiento de arrancarse el cabello, aunque también se puede observar en momentos de relajación y distracción, como cuando juegan videojuegos o ven televisión. De igual manera, puede estar acompañado de soledad, cansancio, culpa, enojo, indecisión, e incluso frustración y ansiedad al intentar resistir el impulso de hacerlo.

El arrancarse el cabello se convierte en problema cuando la conducta se presenta de forma automática y sin control. Pude llegar a ser un problema psicológico serio, cuando tiene como consecuencia la desfiguración de la persona, provocando un estrés e inseguridad notable.

La Tricotilomanía puede perjudicar los ámbitos social y académico de los niños y adolescentes, ya que tienen temor de la desaprobación y burla que sus compañeros de clase y amigos si llegasen a descubrir sus partes calvas. Lo que podría ocasionar de igual manera un impacto en el funcionamiento familiar, contribuyendo a las discusiones familiares y al secreto, lo que a su vez desencadenaría en un aumento de estrés, lo que podría empeorar los síntomas.

Las personas que presentan Tricotilomanía son pacientes con altos niveles de ansiedad, e incluso cuando se presenta de forma crónica se asocia a depresión mayor, ansiedad grave, psicosis y distimia, por lo que es importante detectarlo a tiempo y buscar la ayuda correspondiente.

Los estudios previos de tratamiento de la Tricotilomanía se basan en técnicas que tienen como objetivo reducir la frecuencia de la conducta, tales como las técnicas de autocontrol, la inversión de hábito, la exposición y prevención de respuesta y principalmente la terapia cognitivo-conductual, sin embargo, al también involucrar estados emocionales se podría intervenir desde cualquier enfoque psicológico, siempre y cuando este acompañado de un profesional de la salud mental.

Escrito por: Yazully Margarita Velázquez Hernández

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