Tener un amigo imaginario implica relacionarse con un personaje que no tiene carácter real y es invisible, un amigo imaginario es un personaje invisible, con el que el niño juega del cual habla a otras personas como si fuere real, sin tener una aparente base objetiva.
En muchas ocasiones los padres sienten temor de que sus hijos pudieran estar presentando alucinaciones, sin embargo, a pesar de compartir ciertos elementos que harían posible una comparación entre las alucinaciones con los amigos imaginarios como el establecer una relación con un personaje inexistente, la atribución de emociones y una personalidad específica; los amigos imaginarios se diferencian por la capacidad que tiene el niño de crearlos, de darles la función que desea, siempre bajo su control y a diferencia de las alucinaciones los amigos imaginarios no son intrusivos.
Con lo anterior queda claro que los amigos imaginarios de los niños no son síntomas de procesos anormales ni de disociaciones perceptivas, realmente es todo lo contrario, los amigos imaginarios forman parte del desarrollo normal de la fantasía y la imaginación de los niños, especialmente en la etapa de desarrollo que se caracteriza por la representación y el simbolismo, la cual tiene lugar entre los dos y los siete años.
En un estudio realizado por la Universidad de Washington y la Universidad de Oregon y dirigido por las investigadoras Marjorie Taylor y Stephanie Carlson se encontró que dos de cada tres niños tienen amigos imaginarios de los cuatro a los siete años y una tercera parte de esos niños al entrar a la edad escolar aun los conservaba y quedó en evidencia que el 70% de ellos eran niños primogénitos o hijos únicos, sin embargo, a pesar de que es más frecuentes en estos casos como fruto de la soledad que siente el niño, también es cierto que hay niños que juegan o hablan con su amigo imaginario y no son hijos únicos.
Algunos niños que crean a sus amigos imaginarios como una forma de compensar sus carencias afectivas o sociales, los sentimientos de soledad o aspectos de su personalidad que quiera que fueran diferentes, de igual manera, podría influir de forma directa la creatividad del niño, es decir que, si es un niño muy creativo y con mucha fantasía, es esperado que cree un amigo imaginario.
Hay diversos estudios que señalan que los niños que han tenido un amigo imaginario en su infancia, al llegar a la adolescencia, suelen ser más creativos, con mayor empatía y buenas habilidades lingüísticas, por lo que queda en evidencia que a mayor creatividad y fantasía del niño, mayor probabilidad de que aparezca o tenga un amigo imaginario.
La mayoría de los niños con amigos imaginarios pertenecen a la población normal, es decir que mucha de la población infantil entre los tres y los seis años tienen amigos imaginarios, sin embargo, en ciertas ocasiones se podría aplazar hasta los nueve años, y no hay que preocuparse porque normalmente, así como vienen se van.
Escrito por: Yazully Margarita Velázquez Hernández
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